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Arquitectos: Zozaya Arquitectos
- Área: 2172 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Cesar Belio
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Casa Yuri nació de una ambiciosa visión: una generosa y expansiva residencia con un programa complejo, situada en un impresionante terreno de 2,200 m² frente al mar. El cliente nos otorgó plena libertad creativa para reinterpretar la arquitectura vernácula de Zihuatanejo en un lenguaje contemporáneo y audaz, profundamente arraigado en el paisaje.
Desde el primer boceto, el diseño buscó maximizar el potencial de la topografía. Una rampa peatonal con un exuberante paisaje conduce a los visitantes a un vestíbulo para vehículos que orquesta la circulación de la casa: acceso al garaje, salas de máquinas y cisternas. Desde aquí, emergen dos caminos distintos: una entrada de servicio discreta hacia la cocina, lavandería y cuartos del personal, y una gran escalera escultórica que asciende dramáticamente, revelando vistas panorámicas del Pacífico.
En la cima, un vestíbulo al aire libre conecta las habitaciones privadas con el corazón del hogar: la gran palapa. Esta imponente estructura —la palapa más grande que ZAR ha construido para una residencia privada— abarca más de 17 metros de diámetro, elevándose más de 11 metros en su punto más bajo. Su armazón es una sinfonía de columnas de concreto reforzado, madera de palma y acero, diseñada con cables de tensión y sistemas de anclaje para huracanes para resistir tormentas costeras mientras mantiene un sentido de elegancia sin esfuerzo.
Bajo su vasta cubierta, la vida se despliega: el área principal de comedor, una zona de bar y parrilla, un espacio de comedor secundario, el salón principal, y una serie de lugares de descanso sombreados junto a una piscina que parece flotar en el aire. Suspensa sobre voladizos de concreto, la piscina fue diseñada para minimizar el impacto en el sitio y preservar el terreno natural.
Desde la palapa, una escalera abierta desciende al nivel inferior — hogar de la oficina, gimnasio y sauna, así como de la suite principal y la sala de maquinaria de la piscina. Posicionado más cerca del mar, este nivel ofrece una experiencia inmersiva: el sonido y la vista de las olas rompiendo contra los acantilados se convierten en una parte integral de la vida diaria.
En el nivel principal, tres habitaciones para huéspedes con baño privado se alinean en el borde sur de la propiedad, conectadas por un pórtico cubierto sombreado por la cubierta superior de las habitaciones de arriba. Este corredor, enmarcado por el Pacífico, es uno de los espacios más contemplativos del hogar.
El nivel superior alberga dos suites adicionales con una terraza compartida y una impresionante pérgola de acero suspendida en el aire — lograda a través de vigas que abarcan todo el volumen del dormitorio. Un cuarto de juegos, jardín con parrilla y una segunda piscina para niños completan este retiro elevado.
La construcción planteó desafíos técnicos significativos. Para incrustar la casa en el terreno con una mínima alteración, se requirió voladura en ciertas áreas para alcanzar la profundidad adecuada de la fundación. Aunque el proceso fue más lento de lo anticipado, el resultado fue excepcional — una casa que se asienta en el acantilado con confianza y gracia.
La paleta de materiales celebra el espíritu de Zihuatanejo: un techo de palapa de palma, techos de madera, carpintería de madera de parota hecha a mano, piedras de río para pisos y detalles, terrazas de madera IP, y estucos estilo chukum. Se utilizó un mármol beige de Vermont martillado para toda la residencia, elegido por su belleza y propiedades antideslizantes — una decisión que el cliente apreció enormemente, especialmente con niños pequeños en casa.
El diseño del paisaje, por Entorno (Ciudad de México), introdujo una paleta de plantación nativa con especies florecientes y varios techos verdes que suavizan el impacto visual de la construcción y mejoran la experiencia sensorial en toda la propiedad.
Desde una perspectiva de sostenibilidad, Casa Yuri abraza la arquitectura bioclimática: la ventilación cruzada, paredes gruesas, techos elevados y voladizos profundos mantienen la casa fresca mientras minimizan el uso de aire acondicionado. Un sistema de tratamiento de aguas residuales recicla agua para riego, reforzando el compromiso del proyecto con el lujo responsable.
Casa Yuri se erige como una de las residencias más extensas y técnicamente ambiciosas de ZAR — un poderoso diálogo entre arquitectura, terreno y el Océano Pacífico, completada en solo 18 meses. Un hogar diseñado no solo para habitar el espacio, sino para celebrarlo.
